Sentir poco a poco el abismo, ese grito de ahogo, al despertar que te rompe, y no puedes evitar… destrozarte nada más empezar, para saber, que hasta en sueños, la buscas sin parar. Odiar, despertar, con la pérdida irreal, pero sentirla tal, que no las puedes parar. Es increible, lo débil que es uno, al
Sentir desde su principio hasta su fin. Perfectamente así. Sin remedio, saber lo que buscas y mover cielo y tierra para volver. Tan sólo, a veces, es cuestión de esperar… sin que la locura te desate de verdad. Sin gritar, a pasos, sin mirar atrás. Para encontrar, delante que no atrás, un futuro, donde nadie
Te aseguro que he caído, tantas o más, más veces que tú… me he rendido, me he despedido, he dejado lágrimas de rabia… y he gritado a veces hasta vomitar mi alma. No te puedes imaginar cuánta rabia es uno capaz de acumular sin darse cuenta… cuántas veces cerca del suelo ha de estar para
Debes llevarte más allá de tu límite. Para conocer, para conocerte. Más allá de las fuerzas que casi te llevan a caer. A punto de, rendirte. De dejarte… pero, debes ser imbécil si así haces. Es como todos aquellos carentes de vida que necesitan de algo para sentirse vivos… carecer de ilusión, o de pasión,
Versos envuelvan el recuerdo del tiempo a pesar del silencio. Escritos no dejen insaboro tus labios, entre latidos de pasos. Atajos para salir de bucles de vidas que quedan atrapadas llorando. Salir del grito que te ahogaba para ver la luz del sol. Seguir a pasos, sin parar. Nunca, dejar, de apreciar, hasta el último
Ey mira, después de dos días, el sol, sigue allá arriba. La vida respira, tan sencillo, como inspirar sin eXpirar, verás, la risa, sienta mejor que la lágrima, deja que el cielo llore, y ya así lloras en compaña. Grita, mientras el agua de la ducha te brinda, y mira, al cielo, y no al