Esto es la historia de los versos que quedaron muertos y en desecho, aparcados a las puertas de blogs que murieron, que quedaron en barbecho y delegaron en lágrimas sus hechos. Ahora, la historia cuenta, que muchos poetas murieron… que otros muchos resistieron, pero asintieron que, sus poemas ya no tenían nada que ver, eran
Entre escudos de cristal, entre espejos de un sólo sentido; donde quedo preso, de miradas que ven su reflejo mientras, yo ando aquí dentro, perdido. Vivo, en noches pensando que muero al dormir, deseando despertar en otro mundo, y que no estoy aquí… que todo fuera un sueño, y que la vida no fuera algo
Dolor envasado, perfumado y envuelto en papel de regalo, nos odiamos y vivimos por cobardía, días cansados y siempre largos. Estamos, atrás al final del escenario, llevando obras cada día al principio, sea cual sea el estado. Nos infravaloramos, y el mundo cree que perdemos el talento en cada paso, pero tan sólo nos enterramos
Correa en tu cuello, perros, sacando a sus dueños de paseo. La cárcel en tu casa. Ladrones libres mientras tú, cada día más preso. Versos en el tintero, ahogándose en su propia tinta. Tú, mordiendo tu propia mano. El odio huyendo de tu puño, y las paredes pagando por pecadores. La sangre hirviendo para nada,
Terco y sin prestigio, perdido entre delirios, y en silencio, sin prin ci pios… Tirando por los suelos versos por castigo, sentimientos por ser testigos, de lágrimas en suicidios. Todo lo vivo y, muero por motivos, tu castigo, es vivirlo, nadie es tu testigo, no habrá meta al final de tus suspiros. Llora en soledad,
Tan sólo el eco, se escucha, dentro. Versos, golpeando, paredes de cemento, entro, en bancos con demasiado dinero, lento, es el camino del que sabe lo que está haciendo. Ahora cuidado, que te veo, y esto no es un juego, si te pillo, te meto, si te meto, tendrás que salir corriendo y todo esto