Qué fácil es hablar…
La gente no ve, cuánto trabajo hay detrás. La gente no entiende si quedas horas y horas despierto, o si es cuestión de ellos o tú. La gente simplemente quiere recibir, y eso es lo único que quieren. No hay feedback, salvo por reductos que estallan en emociones y luego se apagan. Es como si