Sueños que se pierden en el camino, olvido, entre el sentido, del tic tac que suena en tus oídos… loco, pensando en el abismo, mientras el resto, se pierde contigo. Sentimos, pero vivimos, respiramos por instinto, y sigues presente… a pesar de ti mismo, y tu otro yo, y el que eras… que llevas a
Mírame… Soy constante… levanto, o no me canso… pero, atrás quedaron tantos, y fueron tantas paredes. Uno aprende a cruzar las paredes por las puertas, pero antes… se come ladrillos y rompe ventanas. Y después… todo son pasillos con vistas a paisajes bonitos, no porque no sea fácil, sino porque aprendes con el tiempo. Y
La fuerza está en la mente. Mi mente es un titán, que no teme a la muerte. Mi vida es una constante lucha, para mantener sobre el suelo, los pilares… emergentes, a través del cielo, desde el mismísimo infierno. Sudamos sangre, escupimos vida… morimos en silencio. Pero vivimos eternamente. Recuerdos de batallas, y de proezas,
Fuerte acero. Constante tiempo. Latidos en su pecho. Besos de fuego. Versos de hielo. Ir más allá y no encontrar cielo. Ir un poco más allá y llegar a la nada. Mirar el resto y estar en vacío. Predicar con el ejemplo, en un mundo lleno de catetos. Textos es lo que tengo. Llévatelos puesto.
Hombre de pisada fuerte. De esas, que te hunden hasta el tobillo. De caminar constante. De respirar calmado. De lunas en noches tranquilas. Hombre de guerras contra el tiempo. Y en el paso, del constante, tras el tiempo en paro, es cuando, las pisadas llegan hasta la rodilla, y son brazos, los que te tienen
Recuerdo aquel tiempo, como si hoy fuera viejo. Mi mente, insaciable, crece, a ritmos desmesurados. Y mi tiempo, pasa tan lento como para otros. Recuerdo, aquel tiempo, como miles de decisiones imposibles. Caminos llanos y vacíos, sin sentido. Recuerdo aquel tiempo, como el pasado que no sabía que me llevaría a este presente. Recuerdo aquel