Cuando quedé ciego… aprendí a sentir. Ahora que veo, no veo lo que hay frente a mí. Más allá de la piel, de las caras y los gestos. Tras el silencio, un poco más allá. En mi caminar, son pasos hacia algún lugar… ¿ya estoy loco? ¿o es un poco más allá? Creo que es
Tras millones de versos atrás, vino la calma. Tras años de letras, viniste tú a encontrar, lo que ya aquí estaba. No es mal, pero es cuestión de continuar, no es un plan cuando no sabías que hasta el sexto año podrías llegar… a un mes, miras atrás; cuántos barcos en medio del mar, y
Porque una mirada es tiempo que se escapa, en mi búsqueda, es un punto, el que me llama, pero nada es, lo que encuentras, al ver, e imaginarte, es lo único que puedo hacer… Tras lo estático, es otro sitio en el que estoy, tras el tiempo, es otro momento, justo aquel que yo quiero,
Tiempo atrás y kilómetros de por medio, miles de ellos aliados, con miles y miles de segundos. Tras este, mi lugar, es fuera de mí que estoy, a fuerza de esperar. Tras los latidos del tic tac, paciente en cuanto al suspirar, toda mañana, cuesta… cuesta volver a empezar, cuando no estás. Pero tiempo a
Y el tiempo en la noche suele ser mi eterno… falta de sueño, en ausencia, y en compañía del mismísimo eco… entre paredes me encierro, y escribo a pesar del peso, que debo soportar, sólo por estar… no encontrar no significa no encontrar… porque más allá del tiempo y del espacio, es paciencia, y a
Más allá del tiempo y de los kilómetros… entre silencios y hechos, siento que pierdo. Siempre que pierdo, porque falta siempre un poco más, de lo que quiero. Entre el eco de tus pasos, no queda más que seguir andando… más allá de lo que puedas creer, mas allá de los sueños que puedas tener.