Cuando quedé ciego… aprendí a sentir. Ahora que veo, no veo lo que hay frente a mí. Más allá de la piel, de las caras y los gestos. Tras el silencio, un poco más allá. En mi caminar, son pasos hacia algún lugar… ¿ya estoy loco? ¿o es un poco más allá? Creo que es
Relegado a un lado por los que te han elegido. Perdido en miles de inicios y nada en finales. Palabras y palabras y todo se va haciendo demasiado tarde. Perdido sin resultados y cansado nada más haber empezado. Condenado al fracaso muriendo ahogado. Pez de Tierra que no nada, nada tiene que hacer. Perecer es
En la mirada de ellos están esos sentimientos que creemos, en la mirada de supervivencia pura, intentamos humanizar su conducta. Alteramos sus modos, matamos su vida, y convertimos en otra sus conductas. No nos importan, salvo para utilidad, creando atrocidades. Siendo el juego de la razón, del que portamos, lo usamos para alterar nuestro entorno
Y de repente, es como si me echaras de menos, como si todo se hubiera perdido por completo. Entre versos de deseo, pasión de besos que quedaron maltrechos… tirados por los suelos, perdiendo fuerza, la pasión tiene sus desechos. Volverás hacia atrás, a quedar más y más atrás, sin saber avanzar, por motivos sin variedad,
Y no es suficiente razón para el ateo, saber que tras este espacio de tiempo no habrá otro; que desaparecerá en la más absoluta NADA, para obtener las suficientes fuerzas como para vivir esta vida lo mejor que puedas e intentar sacar el máximo provecho a este tiempo. No es suficiente razón para tenerle miedo
Hoy la pasión se queda atrás como mis versos, diríjome cual guerrero a su guerra. La ducha espera. Lluvia ácida cayendo por encima de mi cuerpo y yo al disfrute de ella. Pero, la espera es al tiempo que pesa, y queda preso entre las cortinas que cierran. Mojado y despertando, cual zombi buscando algo,