Encuentro resistencia en mi cabeza, me niego a pensar que tengo que dejar, desistir, abandonar, la razón que me hace levantar… no hay mayor problema que romperse los huesos contra paredes y seguir creyendo que puedes tirarlas abajo. Levantas cada vez con más ganas, hasta que tu cuerpo no aguanta. No levantas, las ganas te
Miro buscando algo que mis ojos abra, buscando más allá de las palabras, de las personas, hechos que sólo buscan el clamar temporal de un nombre. La masa se amasa, se le echa un poco de odio y ellas solas personas claman cual extremos al borde del destrozo. El juego de los imbéciles que entran
Un ideal, una meta clara, y un sueño… muchos, tantos, de vosotros os faltan esas fuerzas por las que luchar, esas ganas sobrenaturales por las que no importar absolutamente nada, por mantener las fuerzas, y no dejaros hundir… «Bajo esta máscara, no hay solo carne y huesos, hay unos ideales…» y razones no hay, es
Si mirara atrás vería una eternidad. Tan lejos, todo, que no logro recordar… sumergiéndome en un preocupante olvido. Me rompo al pensar, en todo ese pasado que queda detrás… pero a pesar, cada mañana levanto con ganas, por un día más. Hay tantas cosas mal que jamás podré cambiar… que es ilógico querer cambiarlas, por
Y colinas dejé perdidas en el tiempo, montañas atrás en mis versos. Creo haberme dejado en el pasado, sin saber el presente a nada… tan sólo el futuro es mi lucha incierta. Más allá del alba, por donde el sol se oculta entre las montañas, más allá, estás. Y más allá aún, es donde estará
He perseguido fantasmas… En noches largas, son almas, las que vagan, mientras mi mente divaga. No es mal, que por mal haga, sino uno más que despierta en la mañana. Nunca serás nada, pero algo es más de lo que ganas. Mientras callas, el silencio es dulce palabra, que vaga entre distancias, y que cruza