Porque yo…
Miles de caminos, callándose en tus pasos, miles de adoquines quebrados, llorando por el soporte de tus pies. Tanta gente a la vista y la soledad amplia es lo que divisas. Mientras me pierdo en respiraciones, contando cuántas llevo sin volverme loco… manteniendo ciclos y ciclos, abiertos, sin desistir a dejarlos ir, mientras la posibilidad