Extremo agotamiento y más… puedo quedar, en pie, a pesar, del peso de los parpados por caer, y del mundo por atraer-me. Perder, no es perder, cuando tú pierdes conmigo… pero no es, quererte hacer perder cuando no me importa caer, no es así… resisto cual pared, cual yo que sé, pero sí que lo
Ciudades llenas de miradas, miradas llenas de nostalgia, nostalgia que llena mis ojos de lágrimas, lágrimas que escapan y suicidas ellas caen al suelo. Suelo, que piso por pretérito, per térrito, imagina un mundo lleno de espejos, donde todos ellos fueras tú, tú mismo, perdido entre reflejos. No me encuentro, no te encuentro, no me
El acábose, empezó con el levantamiento de cadáveres, es menester, saber qué, no busco fama ni pasión con resortes, no idolatro mi rima ni mis letras, escribo a veces por odio hacia la Tierra. No siento pasión por esta condena, pensar y pensar y quedarme solo inmerso en mi soledad, pero ella no tiene culpa
Los poetas pereceremos vaciándonos por dentro, creemos que valemos y ponemos un precio, y ese es el error. Error de creer que el sentimiento escrito que en ese momento de tu vida, quedó fijo, tiene un valor definido. Yo, indigno, porque de pensar poner precio a todas estas letras, me da sólo dolor de cabeza.
Latidos, perdidos entre las hojas de libros, versos, perdidos en tus cuadernos, y aún así predicas… que eres POETA. A escondidas, escondiendo tus propias letras, para que nadie las lea… He ahí la ironía de la vida, el poeta expone en cada letra, su vida y se arriesga, al robo y posesión de su respiración,
Caminar… Caminar… Y caminar… Recitar poemas, al igual, que en aquellas épocas… Recitar… Recitar… Y recitar… Y cuando me veas, disfrazarme de rana, para que me puedas besar… Pero… Te vas… Y mi disfraz, no sirve de nada… Y todo vuelta a empezar… Amar… Ver más allá… Saber cuándo uno debe parar… Y saber ver