Quise llorar… y lloré… hubiera sido algo erróneo querer llorar, no hacerlo, y ahogarme por dentro… quise abraZar la soledad… y la agarré… tanto… que de ella me enamoré… quise aullar… aullar tan fuerte que la Luna cayera sobre la Tierra y en un planeta nuevo se fundieran… entonces, me convertí en lobo… quise apostar
Esa noche mis únicas palabras fueron «Yo no he hecho nada»… las repetía una y otra veZ, mientras estaba en la cama, con las sábanas cubriéndome hasta la cabeZa… no dejé entrar a nadie mientras mis lágrimas recorrían el camino que ya habían abierto por mi cara, ese surco, que queda, y que las lágrimas
Soy un cobarde… lleno de indeciciones, incompletas, que nunca me atreveré a realiZar… lucho en cada una por hacerlas realidad, pero la pereZa invade mi cabeZa, me encierra, y la cama me atrapa y me hace no tener ganas de nada… imbécil… la soledad se apodera de tu cabeZa, y eso es lo que te
Llegas… buscando un madero al que aferrar tus penas… y mientras escapar hacia el horiZonte… nadando hasta quedar sin fuerZas… y cuando sólo vea un inmenso mar alrededor de mi… gritar todo lo que nunca os pedí… Sé que soy egoista… pues pido para mi lo que ya por resignación no doy a los demás…
No sé, si mis sonrisas… te hacen creer que lo tengo todo en mi vida… tal veZ, para mi, la sonrisa, es un escudo para que mi verdadera cara se camufle ante vuestra mirada fugitiva. Son ciertos los momentos donde mi mente se escapa y deja entrever lo que pienso… y es que hay demasiadas
Escuchas niños llorando, sus lágrimas se convierten en sangre, que circula por los cadáveres, de aquellos que nunca jamás fueron culpables. Ahora, en tu mano el poder; en tu cabeZa, el dolor; en tu cuerpo las señales de tortura, los látigaZos, que arrancaron tu ilusión… Como si fuera imposible, pensamos que porque los echen por