Tu y yo sabemos, dama que reina los cielos… Que este mensajero, que todas las noches surca tu cuerpo… Sólo te quiere decir dos palabras escondidas en versos… Te escribo, porque esto es mi vida… Estando quieto y con melancolía.. Querría que todo fuera como cuando bajaron las estrellas… Una tras otra, a cada cual
Hoy sólo escribo para despedirme de las vacaciones que ya han sido… y celebro digno y victorioso, haber resurgido como dragón de fuego vivo. Pues es, a estas vacaciones, que mi cuerpo siempre ha temido… ya que siempre ha perdido algo que le daba motivos… y estas vacaciones, tan diferentes, no han sido… pues también
Desaparecer entre suspiros de placer… recorrer, sigiloso, tus labios carnosos… y ser un mentiroso, que te dice que no te quiere, y que puede vivir sin que nadie de ti se acuerde… aunque no puedes, tu cuerpo no deja de perder la noción del tiempo, y crea un mundo dentro de su cabeZa, lleno de
Estás cansado, y te sientes abatido, y sin motivos… tan perdido, que es imposible encontrar ningún camino, tan ilógico que no puedes saber qué es lo que ha pasado… sabes que te estás engañando, cada veZ que te miras al espejo… ves un rostro serio, casi muerto, que intenta disimular que aún tiene sueños, pero
En un mundo perdido, he recorrido el camino, con destino, tu ombligo… Un camino invisible, que queda entre lo que se prohibe, y lo que nadie sabe decirte… Lo extraño es común, y cuando crees que eres tú, todos vuelven a perderse en su espiritu… Pero ese camino, queda perdido, entre el agua que borra
¿Y qué importa el tiempo cuando no siento perderlo? ¿Y qué importa el dinero, o los objetos si cuando esté muerto, ellos no moriran conmigo? ¿Y qué me importa si lo único que quiero es estar bien? ¿Qué importa si sólo quiero comprender? ¿Qué importa si me atrevo, si la vida son eso, unos cuantos