Últimamente no me gusta lo que escribo, es un suicidio lectivo… tinta que cae abajo en el olvido, borrando entre líneas, muchas vidas… y tal vez más depresivo son, y don no existe sino sólo sueños que se van perdiendo con el caer del sol… No hay nuevo día, sólo despertar de pesadillas para continuarlas
Hay lágrimas que se derraman en soledad… hay risas que se pierden en compañía, hay miradas que te hacen llorar, y personas que caminan en soledad… lobos que son corderos, y corderos que quieren ser lobos… gatos que ladran, y perros que no saben a quién ladran… no hay grito sin boca, y no hay
Sumergido… me despojo de piel y huesos para perder… una vez más no di de mí lo que me exigí, temblé y caí, perdí y derramé agua salada, que saló tus labios mientras me besabas… y mientras ya no creo en hadas ni fantasmas… este mundo se me queda grande de talla, y me aplasta…
Es como rendirte al caer la noche, mirar la cama, y retenerte hasta no más poder… es como, si mis ojos no quisieran abrazar de nuevo la almohada… como soñar contigo para despertar una vez más, perdido… escuchar tu inspiración y espiración entre los minutos dormidos en mis noches… y no querer abrir los ojos
Tan sólo escribir… decir, pensar, y directamente dejar expresar… no hay más, ¿mi regla…? seguir y seguir, porque si paro, muero… ¿más? no es por ti, ni para ti… no necesito a un ilusionado más que se cansa porque no soy como cree, no soy tu amigo en la red… no soy nadie por dejar
En mi mente una idea, en mi corazón latidos con sabor a fracaso, en mi alma, letras… mi visión se llena de sinsentidos en cada luna llena… vuelvo, a dejar mis venas cortadas y mi sangre derramada encima del teclado… sueño extraños, pastillas para dormir, mi mente comienza a deteriorarse y ya no me doy