Y el mundo gira…
Satán vino a invitarme al infierno, mientras el fuego era parte, de mi piel. Decidí, caminar a fuego lento, entre versos, perdido entre gritos, en silencio. Mírome, al espejo, y soy hielo. Detrás, un iceberg, que deja la eternidad atrás. Siervo, de la acción y del movimiento, superación a ritmo, de bombos y cajas, como