¿Qué hay de mí?
Detrás de mí ya no estás, en mi respirar no hay suspirar, mis pasos sin tus pasos van, y perdí la voz de tu susurro al soñar. Tras guerras nunca hay calma, hay lágrimas atrapadas, que desean escapar, heridos de guerra, y secuestrados, que gritan por su libertad. Amar, es arriesgar tu alma, perder la