El olmo empieza a dar peras
De vueltas te marea la vida, el espacio sirve para encontrar dos estrellas a espaldas que no se miran. Mientras, mi noche es tu luz, la distancia, tarda en darte mis besos, que andan, cruzando mares y montañas, para llegar en tu alba. Con nada, llegué en mis manos, y encontré gente que las llenaron,