Tan sencillo como decir… Escúchame… y que no puedas. Huéleme… y que no puedas Tócame… y que no puedas. Bésame… y que no puedas. Abrázame… y que no puedas. Tan sencillo como preguntar… Qué es la vida cuando nadie te escucha… Ni te huele… Ni te toca… Ni te besa… Ni te abraza… Una mente
Oh soledad, me quiere abrazar, Oh sueños de amar, a alguien que suspire al verme respirar, Oh dulce y amarga soledad. Volveré a encerrar el latir, para que no escape más, y así no escuchar las mentiras que día a día la monotonía me hace tragar. Pero al final me matas, soledad, porque un abrazar,
Era una de esas tardes desastrozas, en las que su cabeza lo estaba torturando como siempre, y los actos de otras personas le arrancaban las lágrimas que sin querer desparramaba por el salón de casa. El día, como siempre, lo acompañaba, y estaba nublado. Cuando sus lágrimas comenzaron a caer, el cielo comenzó a parpadear,
Sueños diversos, yo mientras te beso, casi tan real como perverso, escondido del mundo, me aburre todo aquello que atenta contra mi felicidad, no sentir ilusión por nada, es algo que poco a poco te mata, y sin darte cuenta te atrapa. Pero no es nada, yo siempre tengo a mi amiga del alma, música
Puedes soñar que estás soñando, pero la realidad es la realidad y por mucha imaginación que tengas nunca podrá cambiar. Puedes pensar que piensas sobre lo que estás pensando, pero pensar para terminar a volver a pensar no sirve de nada cuando no quieres pensar. Tal vez no comprendas que me da igual. Los deberes
Golpea… te duele la cabeza, no, esta vez no, vuelves a sentarla, es más, te sientas en ella… ¡oh diosa bella!, tú que todo lo destrozas, deja de una vez a este alma muerta, que no habla apenas ni con su conciencia, y que le da pereza relacionarse con la vida externa… pereza, muere cada