Resignado…
Termina el día para mi… … Miro de nuevo a la cama… … He de resignarme a no tenerla… He de entrar en mis sueños para encontrarla… … Solo necesito abrazarla… Para que mis ojos caigan…
Termina el día para mi… … Miro de nuevo a la cama… … He de resignarme a no tenerla… He de entrar en mis sueños para encontrarla… … Solo necesito abrazarla… Para que mis ojos caigan…
Puedo sentir su respiración… Lenta… Su cabeza apoyada en mi brazo… Esta dormida… No quiero que corra el tiempo… No quiero cerrar los ojos… Quiero quedarme mirándola… Y sentir como descansa… Como se siente segura a mi lado… Solo la necesito entre mis brazos… Solo la necesito a mi lado… La amo…
Rodeado por una espesa niebla… no lograba conseguir verla a ella… -¿Estas ahà mi amor? – Pregunté al no ver nada más que niebla. -Estoy aquà mi cielo… -Una voz dulce se perdÃa entre alguna parte muy cerca de mÃ… -¿Donde estás mi vida? ¿No te veo?… -Pregunté preocupado… ansioso por verla y abrazarla… -Pero
Miro hacia la ventanilla… veo pasar el paisaje ante mis ojos… que en realidad no lo admiran… no… mis ojos están perdidos en su horizonte… perdidos a lo lejos… y de mientras pienso… pienso en ella… pienso en aquello… pienso en donde mi recuerdo se paro… donde mi mente dejó de grabar… y se quedo
He aquí una mente inquieta… una mente que no para de reflexionar… una mente que se lamenta… una mente que ama… una mente que no tiene miedo… una mente que no es tan fuerte como parece… mente que llora… mente que te mira con calma… mente que te observa… mente que calla y escucha… mente
Un día una pareja que paseaba por la playa… ellos iban agarrados de la mano… en silencio… solo paseaban… entonces… – Alguna vez pensaste que fuera así… – dijo él. – No – respondió flojito ella, y su abrazo lo dejo casi sin respiración a el. – ¿Eres feliz…? – le preguntó el a ella.