Palabras y palabras, para que la gente quede en calma, mientras las ratas, por la ciudad calzan, de traje y corbata. Clases, no separan, enseñan, que la vida es dura y no te regalan nada, a no ser que seas hijo de rata. El resto, aprende a crecer desde la nada, y si pueden, te
Nada es tan sencillo… como siempre se dice. Y este camino al precipicio, empieza al final, para acabar en la nada. El fin de una década, el inicio de otra vida, donde lo único que me queda, es el reducto del aire que inspiro, para liberarlo en el grito más grande que jamás he dado…
Se bajó el telón, y mi vida se oscureció. Perdí la voz, morí por partes, y dejé de lado a mi otro yo. Perseguí ilusiones, mientras fue posible, y dejé atrás realidades. No consigo ver, más allá de lo que mis ojos ven, y a veces siento como, mis ojos ven, más allá de lo
Dolorido ante el paso del tiempo, encorvado entre códigos, matando horas para no pensar. Alzo la cabeza y me come la madrugá, que ya pega bocaos a mansalva. Casi me trago mi cuarto de un bostezo, pero mañana en planta temprano. Todos los días perdiendo, horas de sueños… todos los días durmiendo por los rincones
El camino no se hace al andar, se hace al llorar y luchar. Dispuesto a la deshidratación… las fuerzas no hacen mención de honor. Soy yo, tarde o temprano, el que ha de caer. Pero los versos, son de pena, y la mentalidad de guerrero se encuentra en debacle. El tiempo lento, ante, el pensamiento,
Queda atrás, queda atrás, el tiempo… se oye caminar. Queda más, queda menos, y siempre hay que caminar. Entre días y meses, entre sonrisas forzadas, y días agotados hasta el final. No me queda, mas que mi pe(n)sar. No me quedan mas que pasos, en eco, versos, en tinta, que dejo… y como ha, de