A veces me siento a escribir y siento morir. Más de una década por aquí para descubrir, que tal vez sea mejor describir, lo que ocurre. Imaginen un momento de esos donde no sabes qué hacer, dónde mirar a tu alrededor se convierte en aburrido. Porque puedes ver, no a la gente, sino lo que
El camino no se hace al andar, se hace al llorar y luchar. Dispuesto a la deshidratación… las fuerzas no hacen mención de honor. Soy yo, tarde o temprano, el que ha de caer. Pero los versos, son de pena, y la mentalidad de guerrero se encuentra en debacle. El tiempo lento, ante, el pensamiento,
No siempre es, lo que crees ser. Y el humilde es al silencio, como los tropiezos al creído. Y es en peso de tiempo, que el camino se hace a p(a)eso(s). Despacio… Y los pies descalzos, pisando cristales en el suelo. Nada es para muchos, los que otros creen tener. Y mi vida se fue,
El despertar es perfecto… Tus besos en la mañana, el remedio, a pensamientos perdidos en el cuerpo… Pierdo el tiempo… Y lo pierdo contigo, que eres lo que quiero… Te llevo a todos lados, aún no estés conmigo… Te llevo conmigo y te hago parte de mí, aquí dentro, en cada latido… Tal vez por
Levantar y mirar al cielo… después la mirada caerá al suelo, doblado caminando por el mundo entero, perdido en pensamientos, pensando en la distancia que deja al mundo lleno de impotencia… y crecen versos, desde el corazón hacia la boca, que vuelvo a tragar hacia dentro… nacen lágrimas desde la distancia de estos versos a
Siéntete, siénteme… del revés… sin sueños y perdiendo otra vez, mis recuerdos… aferrado a instantáneas para no perderlas… aferrado a fragmentos de recuerdos que ni siquiera sé si son verdaderos… ¿crees que esto es lo que quiero? Pero… ¿si dejara de respirar se pararía el tiempo? Voy a probar… y forzado por mi cuerpo, al