Una mirada… tanto que no me dejaba, tras el tiempo y el paso, lento entre pasillos estrechos, he perdido el eco. Latidos, que se sienten en tus besos. Tiempos, que parecen eternos, en un malvado juego. Voy y no estás, vengo y te has ido, llego y apenas te tienes que marchar, te encuentro y
Satán vino a invitarme al infierno, mientras el fuego era parte, de mi piel. Decidí, caminar a fuego lento, entre versos, perdido entre gritos, en silencio. Mírome, al espejo, y soy hielo. Detrás, un iceberg, que deja la eternidad atrás. Siervo, de la acción y del movimiento, superación a ritmo, de bombos y cajas, como
Porque una mirada es tiempo que se escapa, en mi búsqueda, es un punto, el que me llama, pero nada es, lo que encuentras, al ver, e imaginarte, es lo único que puedo hacer… Tras lo estático, es otro sitio en el que estoy, tras el tiempo, es otro momento, justo aquel que yo quiero,
El camino no se hace al andar, se hace al llorar y luchar. Dispuesto a la deshidratación… las fuerzas no hacen mención de honor. Soy yo, tarde o temprano, el que ha de caer. Pero los versos, son de pena, y la mentalidad de guerrero se encuentra en debacle. El tiempo lento, ante, el pensamiento,
Estas ideas, llegan mientras, palabras se cruzan de un lado a otro… entre eventos, yo no tengo tiempo a veces, pero logro, pararme por un momento en pleno movimiento, y respirar de repente. Ver como todo se detiene, y la realidad es que tu mente se disocia. Intenta separarse de ti, y no lograr entender
Miro, a lo lejos, y mi mente se va. Parpadeo y pienso, que estoy lejos, veo el movimiento del terreno y el viento entrar… y sólo, se me ocurre invocar al silencio. Y pienso. Y entre pasos, y pasos… mis pasos, se encuentran en soledad. Mientras encuentro, en la naturaleza, la parte que me falta,