Juguemos…
En los albores de la desesperación, en lo más profundo de tu corazón, existe, ese odio, que poco a poco, te va comiendo… Vivir o morir, tú eliges, y la libertad del hombre, es su condena, porque, tú eliges… suicidios, borregos, asesinos, ignorantes o ilusionistas… todos en común tienen su libertad… Esa es la divina