Desde aquel último que dijo querer y no poder, yo aquí sigo, preso de letras digitales, marcadas por trozos de mi alma, y vivo. Y es que siempre dije que, después de un año de aquí no me mueve nadie. No es por ser, es por creer… que vencer no es placer, que escribir no
Desde pequeño, siempre supe que fui ser inferior, todos siempre, mirando por encima de montes propensos a señalar con el dedo. Ahora, el pequeño, ya no deja que tu dedo le golpee, rompo metacarpianos propensos, a señalar algo para lo que no están preparados. Y levántome, cada día más fuerte, para vencerte, perfeccionando dementes entre
En actos de silencios, de hechos para avanzar al respecto… en soledad, de avance y respirar; de respirar y andar… el mirar queda atrapado en lo lejos al pensar. Mientras todo carece de verdad… todo se verá. Del papel a la verdad, de las letras o trazos a la realidad… el salto sólo cuesta tiempo,
Entre letras afligidas, mis manos quedan llenas de tinta que se derraman por los lados. Ver como poco a poco sigues andando y son los mismos pasos los que te hunden hacia abajo. Viendo como, aguantar la respiración nunca fue lo tuyo, y comer barro hasta quedar petrificado es lo que siempre has hecho. Mientras
Y es aquí cuando llego, cual drogadicto a su dosis de metadona, golpeando venas mientras la mirada se pierde entre luces de noche. Invadido por una eterna tristeza, muriendo en vida, viendo pasar los días. Hasta el tiempo respira, cuando mi mirada queda pasiva, perdida en su pérdida. Sin razones aparentes, pero tantas a escondidas.
Como el dolor, que se pinta de blanco claro cuando todos vamos llorando, es el mundo lo que gira mientras tú permaneces parado. Orgullo en alto, ambos lados, y todos tras tu sombra. Tinieblas, caerán con la caída de las principales letras, levantose a la derecha de tu depresiva vida, guadaña en su izquierda. Caerán