Es el 10, después del tiempo es, cuando viene él. Yo dejo letras en el tintero, pero siendo sincero, mis letras no son de color negro, la tinta con la que escribo es roja, y tiñen el papel de vida. ¿qué más puedo dar? Pues más… letras a raudales, mientras la vida se me cae
Yo era aquel que seguía emociones, seguía mis luchas internas hacia paredes y suelos. Lágrimas en contra, risas en montañas, rusas, en un caminar, que nunca terminaba. Miles de paredes atrás, cientos de días escritos, heme aquí, cual legado escrito, de mi razón. Mi desesperación. Mi amor y mi dolor. Mi respirar en letras, que
Desde letras y espacios, en lo más profundo de tu cabeza, creas, o no creas, generas, frases y textos, que quedan… tras la década, será la música que corra por mis venas, a pulsos de latidos, bom bom, tras lo querido. Abierto en imperativo, desde arriba hasta los pies, tómalo, mientras las letras frescas corran
Entre versos, espacios de tiempo, que llegan a puntos finales. Entre letras, suspiros de vidas ajenas… entre letras, una vida entera. Pero, en recuerdos, vivos muertos, que mueren con el pasar de las páginas. Un punto y final. Donde no hay capítulos, ni segundas partes. Entre versos, hay suicidios, que dejan páginas llenas de tinta…
Siénteme, teclear en la oscuridad, bajo la eternidad, de letras sin parar. Una pantalla, música, bajar por mis venas, en pulsos, hasta letras que aparecen y me retroalimentan. ¿A qué esperas? ¿A gritar en medio de la madrugada y romper el silencio? No vas a conseguir nada. Por ello, el paso, en constante, es mi grito,
Nichos, llenos de textos y textos… libros, deseando tomar un hueco, libre, en tu estantería… mucha mierda, encuadernadas o con tapas, y ritmo… muchos que intentan, y son intentos eternos, en su manía, con destacar. Gafas pastas. Underground. Ahora son lo más, contad, cuántos llamáis la atención sin ser fiel. Es el ritmo, el dolor,