Trás de mí…
Mi espalda queda frente a tu cara… Tantas y tantas, vueltas, y nunca encuentras mi cara… …tan baja, y tantas lágrimas… Te escucho, y mientras caen tus palabras, el suelo se llena de mis lágrimas… Tu boca se mueve y mi corazón se para. Ya no hay más alas, porque mis plumas de fuego, se