Y se perdieron… y no sonó… y nadie lo vio… a no ser que… simplemente lo leyeron… juego… pero todo tiene su tiempo… todo tiene su momento… todo tiene su hora… y estos tonos lo tuvieron… Cuelgo… PD: 1 – 0 para la banca. Escuchando: Mi dolor de cabeza… mi insomnio… y mi cansancio…
¿Puedes decirme… dónde se quedaron las promesas que me hiciste… Dónde está tu abrazo cuando más lo necesité… tu apoyo… tu «olvídalo todo»… dónde han quedado esas miradas donde no hacía falta ni hablar…? ¿Puedes decirme… por qué salen estas lágrimas… por qué aún me siento tan solo… por qué aquello que no quiero siempre
Te odio… es decirlo… y sentirlo… te odio corazón, por torturar mis sentidos… te odio cabeza, por martirizar mi vida… os odio por hacer divertida mi vida… te odio mirada, por mirar mi alma y llorar cada mañana… te odio soledad, obligada… te odio amistad, por abandonarme cuando más te necesitaba… te odio cuerpo, por
Mi cabeza da miles de vueltas a las cosas… «pensar tanto debe ser malo» escuché decir por ahí a una amiga… a veces simplemente me conformaría con el silencio… con la tranquilidad… con no tener estos pensamientos que me perturban y hacen que el sueño no llegue hasta tarde… no tener esta insaciedad de querer
Tan sencillo como decir… Escúchame… y que no puedas. Huéleme… y que no puedas Tócame… y que no puedas. Bésame… y que no puedas. Abrázame… y que no puedas. Tan sencillo como preguntar… Qué es la vida cuando nadie te escucha… Ni te huele… Ni te toca… Ni te besa… Ni te abraza… Una mente
Dormir… es lo que no puedes hacer cuando el insomnio se apodera de ti. Quizás sería tan fácil la cura… como que alguien te llevara a la cama y te abrazara, hasta poder dormir. Hasta sentir su corazón tan cerca de ti, que su latir te haga sucumbir al peso de tus parpados, y así