Yo… y nadie más…
Una mentalidad de resignación, un miedo atroz a volver a dañar a quien no quieres dañar, una tortura no creer en el destino y que el futuro se empeñe en no cambiar. Una locura este insomnio, que poco a poco me absorbe por las noches y me hunde en la tristeza, sin que nadie pueda