Triste condena

Dueño de nada, y acompañado de soledad, versos de madrugada, e insomne hasta la saciedad, miradas de nostalgia, ante macabras distancias… Escribo por tortura y por rabia, escribo… por melacolía y latidos en pausa, escribo porque en esta vida, soy mi terapia… Mientras, almas vagan, yo recorro horas y horas, donde Luna me acompaña, en 

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Yo me pregunto…

Siempre creando ausencias, con presencia de suspiro en tus venas, mientras te olvidas, yo desde lo alto me veo camino de mi propio precipicio… admiro el camino, porque como yo ninguno da los pasos como yo mismo… y ninguno sabe lo que estoy haciendo más bien que yo, porque aunque no sea consciente, sé lo 

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Insomne

Despertar… las noches vuelven a ser eternas, pero da igual… vuelta a empezar, un día más, desde la cama el sol calienta mi cara… ojeras, cansancio, pero ya todo eso da igual… levantas, y el café será tu vida en la mañana… aguantar el sueño durante el día es cosa complicada pero, intento matar al 

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Mente mata…

Atardeceres… Grados en el asfalto… Ausencia de presencia… Y ausencia en tu recuerdo… Escape de responsabilidades… Límite… Insomnio… Loco… desequilibrado… Demasiado grande… Noches… pesadillas… Sudores y despertares… Mañanas en silencios… Recuerdos… Locura invadida por el inconsciente… Ausencia del habla y presencia de la mente… Mente que mata… Mañanas, esfuerzo permanente… Sudor de tu frente… Movimiento 

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