Y no se deja coger…
Me duermo cubierto por tu olor… me muero cansado de aguantar tanto, caigo acurrucado y cierro mis ojos imaginando que soy tú y yo sigo aún aquí sentado. Mientras tanto, mi cabeza no para de hablar consigo misma, boca cerrada mientras callo, y juego a adiestrar mi pensamiento. Después, siempre que hablo parezco imbécil, pero