Mercurio para las heridas, veneno para lamidos propios o ajenos, curas a base de sal y lágrimas. Rojo sangre y colores metálicos en calles, tan cerca de la luz, como de quemarse. ¿Acaso es aquel que quedó en dolor después? A través, de días crucé, y desperté, sin saber por qué y sin encontrar por
Luchar siendo una irrealidad. ¿Tan cansado estás de arrastrar, tu cuerpo, al final…? Morir al atardecer, vivir al anochecer, resucitar de tus heridas, y crear… La vida se va, y suspiros te matan, m á s. No es creencia, es pisar, el suelo, cada día al levantar. Y sonríes lágrimas, lloras versos, siendo ausencia lo
Y en este baile, de letras, que van y vienen, todo empieza por alguna letra… y termina, por un punto. Aparte o seguido… pero al fin y al cabo, un punto… a veces, suspensivo… a veces, un punto sin sentido. Todo, cobra sentido, cuando sabes que tu insomnio, es algo relativo, que va y viene.
Y sentir, reir, sin decir, esculpir, tu cuerpo entre, luces que te hacen brillar… Andar sin parar, callar y no hablar, dejar atrás, y sin más, sentirte una vez más… Soñar, y soñar, sin dejar de llorar, y levantar, tras cada caída, para volver a intentar… Nubes lloran, y te empapan una vez más… Pero
Desnudaré tus amapolas, y también tus margaritas, arrancaré tu piel, llena de heridas, músculos, grasas, sangre y esperanzas. Bajo la noche, tu corazón, después del asesinato, me dejarás verte, no sin sentir decepción. Es para ti, ciega, que aún con ojos, no ves, y me desespera, quererte ver. Pero, desapareceré, desaparecerás, y ya no seré
Somos reyes caninos que se encuentran flacos y caminando en sigilo, somos insomnes fantasmas que escriben mil escritos, guerreros derrotados que caminan de vuelta hacia algún lado, con corazones rotos y alma perforada por dagas. Soñamos como todos los mortales, pero nuestros sueños se revelan y se convierten en pesadillas que se convierten en objeto