Nivel experiencia
No digas que no te lo advertí… no digas que ahora esas lágrimas no saben a mí. Yo nunca fui, porque el don no existe, y la verdad persiste. En mi mente, tras miles de noches demente, en mente, perfecto e indemne… yo sigo consecuente, de mis actos… y mis pasos, saben a sudor. Ahora