Entre sirenas yo despierto, de sueños donde un mundo me persigue sin razón… siempre huyendo, cansado, tirado en el suelo, hasta el más cobarde se cansa de estar corriendo. Y son muchos los que viven lejos, huyendo, son muchos, los que se pierden en el horizonte atrás en el tiempo, a lo lejos… no siendo
Debórate por dentro, desde las entrañas hasta el cerebro. Arranca tu piel a tiras y quédate en el blanco de los huesos… arranca tus ojos y tíralos al suelo, písalos sin miedo, ciego. Atraviesa tu cráneo de lado a lado con un palo… y desaparece. Ahora, en alma, intenta crearte de nuevo, intenta encontrarte en
Entre los recovecos de los recuerdos, estrangulando pensamientos, metas y proyectos, los versos quedan desplazados por aquel sentimiento, presos del delirio que poco a poco me hace sentir muerto, sin importar un tercio ni la mitad de lo que tengo… dinero, maestro de condenados a los que no nos importa su poder, y el daño
Y faltan piezas en tu rompecabezas, el eje que mueve el mundo, el punto de apoyo para mover el universo. Todo escapa, al mundo que encierran estas palabras. Todo falta. Y mientras actos oprimen tu vida, besos calibran la balanza, robándote las fuerzas para luchar al final del día, cayendo a la deriva, de sueños
«La ciudad nunca duerme», las luces de la noche te acompañan, mientras horas pasan sin saber exactamente por qué… la voz pierde su fin, y deja paso a la voz que existe dentro de ti… vivir así o morir… resistir y levantar con miles de libros sobre tu vida, a tu espalda… levantar con ganas,
Acércate, mente que divaga entre aguas. Acércate a este raptor que deja aquí sus armas, rehén en busca de algún corazón que excitar. Escapa de esa rutina que cada semana se repite desde antes que aquí llegaras. No eres nada. Creer que eres algo no te va a llevar a lo alto, simplemente caerás desde