Yo nací entre el fuego, me hice de hielo, y ahora sueño a cabalgar a lomos de lobos cual caballero. No importa el sueño. Yo siempre estaré corriendo. Entre balas y guerreros, entre bestias y gritos… no sabrán por qué jamás caeré despierto. Vivo en mi espejo, donde este mundo es mi reflejo. Y creerás
Desde versos en el pasado, hasta encontrar el presente con segundos de adelanto. No sabes cuánto, más caigo, más fuerte levanto… No, es, cuestión de fuerza, sino de resistencia. Comprendes a lo largo de los pasos, que la gente se queda en el suelo, no levantan, pero quieren llegar alto. Llorarás lo más bajo, y
No necesito derrotas, ya fui una de ellas en su forma. Dolor en forma de prosa, todos callarán mañana, el presente será mi silencio, pero no por mucho tiempo. Todos tenemos metas, pero yo no lanzo piedras… a caras ajenas, porque yo no me debo a síntomas de fuerzas. Es dolor más, ver el estado
Y si la vida fuera sencilla, no tendría sentido. Y si tu tiempo fuera eterno, cada uno plantaría hora y día de su suicidio. Si fuéramos eternamente jóvenes, desearíamos envejecer. Y corriendo en un pasillo tan largo, se me detuvo el alma, y la respiración, mientras mi cuerpo siguió adelantando. No llegaba a comprender, pero
Dolorido ante el paso del tiempo, encorvado entre códigos, matando horas para no pensar. Alzo la cabeza y me come la madrugá, que ya pega bocaos a mansalva. Casi me trago mi cuarto de un bostezo, pero mañana en planta temprano. Todos los días perdiendo, horas de sueños… todos los días durmiendo por los rincones
El camino no se hace al andar, se hace al llorar y luchar. Dispuesto a la deshidratación… las fuerzas no hacen mención de honor. Soy yo, tarde o temprano, el que ha de caer. Pero los versos, son de pena, y la mentalidad de guerrero se encuentra en debacle. El tiempo lento, ante, el pensamiento,