Libre…
Hac?a fr?o y era de noche. Estaba caminando sola por una gran avenida de una ciudad desconocida para m?. Era demasiado grande, para mi gusto, sucia y ruidosa; aunque ahora estaba tranquila, como muerta. Iba andando tranquila, no ten?a prisa por llegar a ning?n sitio. Jugaba con las luces de las altas farolas y con