Todo es mentira… Cuando no sé ni leer mis palabras… cuando yo soy el vivo error de mis textos… Cuando la pereza me mata a días, cuando la vida me acuesta sin ganas de nada… he perdido toda batalla de consejos… Y camino a la deriva… La derrota resentida, con lágrimas que se fugan de
Todo se muere, te ves en el pasado inerte, entre dementes, perdiendo dientes, escupiendo sangre entre gente. Mirando al cielo y clamando que te lleve, con el rayo que se funde desde la tormenta más fuerte. Todo el tiempo girando por momentos, y la inactividad se abre paso como un poseso, preso y entre rejas
Entre espejos de metal, abstracciones de realidad, culminaciones con ansiedad, respiración forzada tras escapar. Entre la verdad de las palabras, la mentira de los gestos, el sonido hueco de voces, para controlar tus acciones. No existen hechos sin razones, no existen errores sin decisiones. Escapando del viento, entre labios moviendo, para abrazar tu cuerpo, y
A lágrima viva, ante el tono, que deja ese amargor en la garganta… ese dolor constante a lo largo de años que se repite y repite, cual bucle. Y a pesar del dolor, a pesar del paso del tiempo y del agotamiento del cambio. Se replantea que ese tiempo ya no se puede recuperar… que
Y no es suficiente razón para el ateo, saber que tras este espacio de tiempo no habrá otro; que desaparecerá en la más absoluta NADA, para obtener las suficientes fuerzas como para vivir esta vida lo mejor que puedas e intentar sacar el máximo provecho a este tiempo. No es suficiente razón para tenerle miedo
El mayor de los errores, es no darse cuenta de ellos… el mayor de los cobardes, no es siempre el que sale corriendo… el mundo está lleno de pájaros sin alas… de aviones de papel… y miradas que buscan incansables otra mirada que no sea la del suelo que se les escapa… mi mundo arde