Te siento, ya sea con un océano de por medio… te siento, y muevo, el mundo a suspiros… noches de delirios, hasta el último resquicio de soledad, me invade y no me deja escapar. No sé, como combatir este dolor, estos latidos que recorren tanta distancia, estas lágrimas que a veces te matan, te hacen
Dulces versos, que a besos saben, dulces sueños que siempre me distraen, insomnio eterno para soñarte, despierto. Me muero, en días de lluvia, pero vuelvo junta a tu sonrisa, mi vida. Este camino, otro sería, si tan cerca estuvieras, que mi piel te cubriría durante estas noches frías. ¡Qué fácil, la vida, sería, si para
Tiempo atrás y kilómetros de por medio, miles de ellos aliados, con miles y miles de segundos. Tras este, mi lugar, es fuera de mí que estoy, a fuerza de esperar. Tras los latidos del tic tac, paciente en cuanto al suspirar, toda mañana, cuesta… cuesta volver a empezar, cuando no estás. Pero tiempo a
Versos en la noche, tras el tic tac, que no deja de sonar… plena oscuridad, estas cuatro paredes, no me atraparán. Mi mente escapa, y vaga, por entre kilómetros para volver en la mañana. Viajo en el tiempo, pierdo los nervios por momentos, pero, entre el inspirar, son suspiros los que se van… y mientras
Y el tiempo en la noche suele ser mi eterno… falta de sueño, en ausencia, y en compañía del mismísimo eco… entre paredes me encierro, y escribo a pesar del peso, que debo soportar, sólo por estar… no encontrar no significa no encontrar… porque más allá del tiempo y del espacio, es paciencia, y a
Más allá del tiempo y de los kilómetros… entre silencios y hechos, siento que pierdo. Siempre que pierdo, porque falta siempre un poco más, de lo que quiero. Entre el eco de tus pasos, no queda más que seguir andando… más allá de lo que puedas creer, mas allá de los sueños que puedas tener.