¡Ya!… no hay tiempo para pensar…

Y después de poco tiempo, vuelvo… me encuentro desierto, rodeado de lágrimas saladas que no pertenecen a mi mar, y siento, como si mi sal no tuviera su turno y me hubiera quedado deshidratado… mi corazón escuchimizado, mi cabeza al borde del despegue, y mis pies clavados en el suelo… eres fuerte porque no te 

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Hechos…

Es como tener esa sensación de que el tiempo es algo ajeno… algo que me afecta y termina pareciendo eterno… entre sueños, ya mi cuerpo apenas puede recuperar fuerzas, entre sueños siempre termino despertándome con un beso… etéreo, y cansado de muertos, todos a mis espaldas, los pensamientos cargan, y te deterioran… y es que 

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Caos

Siente mi presión… estoy solo y con raZón… no toco notas en el cielo, bajo a la tierra y me meto en el infierno… de tu cuerpo, envuelto en llamas, me quemo… no tengo miedo… tengo sed entre tantos hechos… pero no bebo… ni duermo, por miedo a caer en la pesadilla de los sueños, 

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No esperes nada…

Esa noche mis únicas palabras fueron «Yo no he hecho nada»… las repetía una y otra veZ, mientras estaba en la cama, con las sábanas cubriéndome hasta la cabeZa… no dejé entrar a nadie mientras mis lágrimas recorrían el camino que ya habían abierto por mi cara, ese surco, que queda, y que las lágrimas 

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Versos en sangre…

Mi estado de ánimo es atípico, no tímido, es escondido, digo, y repito en cabeZa, que yo no soy digno, de todo este tiempo perdido. Ahora vuelvo a repetir, mi misión es deslumbrarte a tí, como fuego, marcarte para sufrir, no me ames porque no soy así, y sufro al no estar junto a tí. 

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