Nada como única opción… durante toda mi vida, me he negado a creer en eso. Durante todo lo que he vivido he intentando hacer lo imposible para hacer realidad lo que mi corazón me dictó. Es ahora cuando, mis latidos poco a poco pierden fuerzas, y se quejan de flaqueza… es ahora cuando, te das
El tiempo queda fusilado en el reloj de pared. Mi corazón encostrado en un tenso parecer. Defendiéndose del acoso tal vez. La tensión crece a más no poder. Preso otra vez, sin poder, ni querer ni ser, ni ver ni hacer. Ciego de nuevo y miles de colores por ver. Sordo a los gritos de
Y cerrar puertas al pasar… sacar a trozos el corazón y vomitar, condenar la vida a llorar, y andar. Cerrojos y más cerrojos sin importar lo que proteges o de lo que tengas miedo que vaya a pasar. Los pasos se borran hacia atrás, tus ojos no saben ver adelante, y tu cuerpo está tirado
De vueltas te marea la vida, el espacio sirve para encontrar dos estrellas a espaldas que no se miran. Mientras, mi noche es tu luz, la distancia, tarda en darte mis besos, que andan, cruzando mares y montañas, para llegar en tu alba. Con nada, llegué en mis manos, y encontré gente que las llenaron,
Puedo cavar y cavar tan dentro de mí, hasta encontrarte asustado en un rincón porque no quieres que te saque de ahí, te cogeré y te sacaré a rastras, bombeando sangre que se escapa, hasta llevarte a la boca y desde allí tirarte, y ver como caes y te aplastas. Me adueñaré de tu cerebro,
Todo es mentira… Cuando no sé ni leer mis palabras… cuando yo soy el vivo error de mis textos… Cuando la pereza me mata a días, cuando la vida me acuesta sin ganas de nada… he perdido toda batalla de consejos… Y camino a la deriva… La derrota resentida, con lágrimas que se fugan de