Y es en noches de silencio, donde muero y viajo a este infierno… donde el dolor es parte del juego, y donde los gritos son parte de mi voz. Es, el dolor, lo que a uno le hace sentirse vivo, pero no consigo, ese equilibrio, y de repente, las lágrimas entre risas son amargas ironías
Cuando quedé ciego… aprendí a sentir. Ahora que veo, no veo lo que hay frente a mí. Más allá de la piel, de las caras y los gestos. Tras el silencio, un poco más allá. En mi caminar, son pasos hacia algún lugar… ¿ya estoy loco? ¿o es un poco más allá? Creo que es
Y todo fueron silencios… Se fue el tiempo, y quedé preso, de la vida que deje, tras mi tormento. ¿Eres tú el eco, de lo que perdí en versos, o soy yo el que sigue caminando ciego? Me pierdo, entre cansancio y textos, entre pensamientos y reflexiones de entretiempo. Me encuentro, proclamando a los cuatro
A través de los sueños, a través de mi propio cerebro, cortocircuitos recorren mi cuerpo… versos, hiperactivan mis movimientos, pienso, recorro hechos, muero y vuelvo, vuelvo y me reencuentro muerto… creciendo, y perdiendo. En estos sueños, no hay tiempo para traerlos, despiértome como falta de aliento, grítome por dentro, loco, no encuentro, espacio ni tiempo,
Pisando pétalos. Rompiendo versos, y jugando con el fuego… Quemado. Imperfecto. Junto a suspiros tuertos… Hipertérrito, ante el deseo, de abrazarte por completo, besarte por entero, desnudarte… …por el hecho, de la ausencia de tu cuerpo. Mi mente, pintándote entre latidos, de un corazón que tiende de un hilo… Y se corta con suspiros… Suspiros
Amanece… tan difÃcil el comienzo, como el final… entre medio, pesadillas, sueños raros… pero no queda más remedio cuando mi cuerpo necesita al menos recomponerse un poco del deterioro que va sufriendo… Los dÃas se hacen eternos… a veces tanto que aunque son iguales, la semanas parecen meses; los meses, años, y sin embargo, es