El señor y la camarera.
Mientras se encontraba en la parte más sombría del bar, completamente apartado de las otras mesas y de la barra, bebía sorbo a sorbo su café con leche caliente, que siempre le pedía a la misma camarera, la única, que se atrevía a atenderle. Corrían muchos rumores sobre él… que venía sólo por la camarera,