Se me caen personas. Por los suelos se me caen. Y ya no hay ganas, de levantarlos. Los ves, y es un caer muy descarado. Se tiran. Se me caen las personas, y no saben disimular. Prácticamente se tiran. Y sus caras duras como el cemento, rompen el suelo. Tengo el suelo hecho un Cristo…
Es lo que ocurre cuando caer no es, tu costumbre. Que crees ser, cuando no eres. No te compares con otros que, vivieron luchando por levantar. No te compares con, aquellos que cayeron tanto, que jamás callarán. Tú, en tu miseria, hundido en agua de mar, no dejas de pensar, que tal vez este mundo
Vuelves a pensar, caminando atrás, me reencuentro, perdiendo, el invento, con todo el inverso. Cielos. No son versos, son respiraciones entre puntos y comas. Párrafos largos, entre tantos. Y vino la lluvia, y el trueno, relámpagos en una noche de miedos. Rápido, recoge todo el odio, canalízalo, e inviértelo en imposibles. Y ellos desearán que
Siento la rabia salir, versos y versos por pedir, no puedes competir, porque yo puedo, ahogar tu cuerpo, en negro tinta si quiero. ¿Qué queremos?, libertad creemos, pero, no somos más que corderos. Yo decidí ser un lobo, entre tontos, por eso, camino los caminos entre mordiscos con colmillo. Dulce, es el sabor del vino,
Te aseguro que he caído, tantas o más, más veces que tú… me he rendido, me he despedido, he dejado lágrimas de rabia… y he gritado a veces hasta vomitar mi alma. No te puedes imaginar cuánta rabia es uno capaz de acumular sin darse cuenta… cuántas veces cerca del suelo ha de estar para
Arderé tras el show, quemaré mi dolor, y gritaré hasta romper mi interior… las letras serán esta voz, que corre del fuego y quiere escapar de este juego. Dolor, soledad, entre un camino donde el eco es lo que resuena de tus gritos en esta maldita noche eterna. No sé dónde está el final… no