Boca cerrada, silencio… nada.
Una mirada, un abrazo que se escapa, una Luna que me observa mientras doy vueltas en mi cama, unos ojos cansados de ser torturados cuando la noche los atrapa. La nada, que se escapa con el silencio, y mi boca cerrada, mi corazón mal herido, porque sí fui sincero, y acepté tus «ya no te