No son mis guerras…
Intenta… entrar, aquí dentro y aguantar… los barrotes que yo mismo debo doblar para escapar, las mentiras, que todos los días he de escuchar, para poder caminar, mientras el silencio queda en desuso por incompetentes de ego revalorizado… A pesar, de mi ausencia, los pasos, siguen en guerra, por cada milímetro de terreno que la