Atrás
Un mar de lágrimas, corrían por el suelo. En silencio. Mejillas manchadas de pintura, y susurros perdidos en el eco. Mientras sentía los latidos alejarse, su grito se ahogó en un trago seco… Dejó de llorar. Limpió su cara y empezó a caminar. El paso se convirtió en carrera, y sus brazos fueron alas. Se