Tiempo

El tiempo pasa. Mis hijos crecen y los años pasan. Los días no paran, y el respirar tampoco. Las ausencias duelen y más me dolerán cuando ya no puedan más. Camino con pasos que resuenan en soledad de ellos, y un maravilloso ruído de los que me reodéan. El peso, de mi pensamiento, es cada vez más complejo, lucho entre horas viniendo aquí, y escribo. Pienso, luego estoy vivo. Pero a veces soy un río. En silencio. Que se cuela por el suelo, y llega a lo más profundo. Oscuro.

El tiempo me arrastra. Mis hijos me aman y cada año mi vida es para ellos. Los dias se pasan y respiro con esperanza. Me dieron la vida, y me enseñaron a valorar, a lo que ahora, me aferro. A veces, en soledad, la música me acompaña; y los niños gritar, es un buen ambiente para sonreir. Porque a pesar del peso, yo levanto, y sigo. Ya puedes echar más kilos, vendré aquí y escribo. Me dejo vivo, y el río, a veces es cascada que salta el precipicio. No importa el impacto con el suelo, porque yo sigo.

Lucho mientras vivo.