Noboody’s listening…
Me consumo… a suspiros. Me dejo ir en trozos de aire… pulmones vacíos, herido, y cansado… me dejo ir. Me llevan, a mundos imaginarios, regenerados por mis pensamientos. Encuentro, a veces, razones para ellos… otras, no los entiendo. No puedes ver el mundo dentro de otra persona… no puedes llegar a ver ni por asomo lo que la otra persona está pensando… no me puedes ver por mucho que leas. Y sin embargo, me escapo de ese juego que el ser humano creó… de leyes, líneas divisorias… de pena, y de malos… de ese mundo donde vencer al sistema es la supervivencia… no, yo no estoy ahí… no encajo. Mi lucha no va más allá que la de cualquier animal. Todos queremos ser una plaga… pero yo solo veo un mundo lleno de humanos que reniegan de su naturaleza.
Y la razón fue nuestra condena… tenerla, fue nuestro castigo… y de ahí, nació su hijo, la consciencia… y el dilema del bien y el mal… aparte de esa capacidad de intentar globalizar un concepto tan relativo como es «lo bueno». La lucha entre el bien y el mal… el cielo y el infierno… los demonios y los ángeles… Dios, contra Satán… yo vivo mi propio dilema, ajeno a la existencia de dioses… y entorno a la moralidad. La inexistencia de lo correcto y lo incorrecto como tal, y de la relatividad de todo ello… la muerte como parte de un ciclo…. y del deseo de morir cuando llegue tu tiempo… del azar, y su complejidad… y de un mundo basado en causa-efecto…
Y por mucho que quieras, no puedes dejar de respirar eternamente por ti mismo… no puedo dejar de preguntarme, qué hago aquí… por qué, y cuál es mi fin… sin llegar a encontrar una respuesta determinada… de ahí mi nula credibilidad en el destino… ante la imposibilidad de hacer algo al respecto de los problemas que van surgiendo… debido a que, arrojaría por los suelos toda la importancia que en una vida tienen las decisiones… y por supuesto, sus consecuencias (causa-efecto, recuerden). Y muchos hoy en día todavía no entienden, que los actos tienen consecuencias, y uno debe asumirlas como parte de una decisión. ¿Qué sentido tiene la decisión, el libre albedrío, cuando existe un destino? El destino es algo único… es el número de lotería que no conoces, pero compres el que compres, te va a tocar… razones para elegir no comprar un número.
De todos modos… vive dentro de tu número, tus formularios, tu línea divisoria personal, la de tus posesiones… vive en un mundo donde te dicen qué es lo bueno y lo malo… y donde un día te dirán, que no tener libertad y morir cuando te digan, sea parte de tus leyes… piensa lo que quieras… pero después no me vengas, que quieres luchar por tu propia existencia…
Llámame Señor Animal…
Mode: Night Dream soldier
Listening: Linkin Park – Nobody’s Listening