Diferente…
Como una mirada perdida, tras unas gafas oscuras, y unos labios serios, él se encontraba absorto en sus pensamientos. Mientras, ella miraba su ojos perdidos en el paisaje… paisaje en movimiento que nunca cesaba, y que para él estaba vacío de personas, para ella, era en un mar de brazos y de piernas, que hablaban sin parar… a él le aterraba salir al mundo, ella, no podía estar encerrada; él la amaría con locura, ella nunca estaría satisfecha… él sería capaz de olvidarla, ella jamás volvería a recordarlo…
Para él los días pasan, las horas se paran, los minutos lo matan, y los segundos lo atrasan… a ella, el día se le hace corto, las horas la persiguen, los minutos no existen y los segundos pasan directamente a ser parte del pasado… él se fija en pequeños detalles, imagina estar fuera mientras la besa, imagina los poros de su piel mientras la lame por fuera, sus labios rozar, mientras sus miradas se tocan, su vida pasar mientras la noche los rodea… ella quiere más, olvida a cada parpadeo, nunca nada es perfecto, y siempre piensa en sus defectos, por muy sincero que suenen las palabras, nunca está de acuerdo… y nunca cerrará los ojos para disfrutar sin remordimientos…
Él, es seguro por fuera y lleno de temores por dentro… ella, es preguntas por dentro y por fuera, pero aparenta ser de piedra… el saborea cada suspirar, pierde el tiempo, y a la vez lo ocupa con miles de cosas que quiere hacer… ella, nunca tiene tiempo suficiente, y arranca las manecillas para quedarse el tiempo que otros se merecen…
Él se enamoró de ella, pero ella no podía seguir engañándolo, y el temor a dejarlo solo, le impedía terminar… él, necesitó un tiempo para aceptar su realidad, y la aceptó para dejar que se fuera la persona que había conquistado su corazón y a la vez lo había destrozado… se hizo el fuerte, se hundió, y ella, se agarró al salvavidas que le habían lanzado, y se quedó flotando en el agua, mientras el marinero lloraba, hundiéndose y fundiéndo sus lágrimas con las del agua salada… pasaron mil noches antes de aceptar la derrota que él mismo se había propiciado… mil noches que para ella fueron siete… hasta volver a flote…
Ahora, él camina absorto por el mundo, olvidado, por su paisaje desierto siempre en movimiento, las gafas, cubren sus ojos, y sus labios siguen serios, pero… es diferente… es aún más serio… parece más fuerte, o más protegido… tal vez no sea más diferente al chico que aparecía absorto al principio del relato… porque sigue mirando el paisaje… absorto en sus pensamientos… y respirando… siempre… respirando…
Mode: Auch ni mu
Escuchando: Grenn Day – Wake Me Up When September Ends