Ataque de ansiedad
Mirando mis pasos, al suelo, me paro en el tiempo y en el espacio. Miro atrás, y todo está oscuro. Adelante voces de llantos, risas y gritos. Pero no los encuentro. Paralizado. Me invade un ataque de ansiedad, me ahogo por dentro, y se me rompe el grito. Golpeo teclas y no se escribe nada. Todo queda en blanco hacia delante, y negro en el pasado. Me muero. En un segundo eterno. En el insomnio. En sueños corriendo. Muero. Por segundos, que se convierten en minutos, horas y días, que me alejan de la vida.
Huir a la cama, acostarme donde los encuentro, libres y en paz, durmiendo. Me dejo.