El tiempo pasa sin más, no, te da tiempo a sentir esa soledad, no, pasan las horas y los años se van, no, hay valor que su risa no pueda curar, no, da igual el cansancio, porque no ha lugar al descanso, no, importa cuantos haya en este párrafo, no,  importa cuántas bocas lo digan para que los creas, no, ya estoy sordo y es el paso templado a fuego lo que deja mi huella, no.

Arderé en tu infierno, sufriré eternamente, y si allí nos vemos, yo estaré para protegerlo. No, él no tiene tu pecado, ni tus pensamientos, no, él no crecerá con tu miedo o tus inventos, no, importa si yo ya no tengo remedio. Hoy y mañana, es cuestión de tiempo; pasado y el otro, es cuestión de inventos; yo me pierdo en mi olvido, y mi camino es como un autómata, que no tiene fin.

¿Qué fase es esta?