Un día tras otro
Un día tras otro, un día tras otro, un día tras otro… un día tras otro… un día tras otro… es un brazo que te agarra y te levanta, es un grito que te dice ¡levanta! Un día más y otro, hasta caer, cerrar los ojos y volver a sentir esa patada ¡levanta! Y levantas, ya sin ganas, ya sin fuerzas, y por inercia. Intentas, mirar más allá de donde llegas, y no encuentras.
Fue hace mucho que te diste cuenta del constante cambio, del pasado, que define tu presente, pero que queda enterrado. Y de los pasos dados, que se hunden en el barro. Atrapado, sienten unos cuando te miran, y se quedan gritando, mientras tu no te mueves y te hundes cada vez más abajo. Quedamos ahogados, pero una voz, va detrás de un brazo, que llega a ti, y te levanta, te saca, y te lanza, varios metros fuera y el duro golpe es el que te levanta. ¡Levanta! ese grito de nuevo, y por inercia tu cuerpo sigue a tu mente, mientras gritas y gritas, que no quieres más, encerrado, en un cuerpo que no puede más, pero que lucha irremediablemente sin parar.
Un día tras otro, encerrado en este bucle, un día tras otro.