Quedan ecos…
Quedan ecos… de noches perdidas en delirios…
Hoy vengo como hace una década atrás, simulando saber lo que escribía. Hoy, miro atrás y los versos son de otra manera. Saboreas las noches a solas con un ritmo y letras. Hoy no hay miedo a caer roto, hoy, hay fuerza en cada tecla pulsada y no es de otra manera. Tengo letras a mi espalda, tantas que no podrás con versos… no, no podrás con versos. Por eso hoy levanto en la noche, sin miedo, en medio de un silencio, que de repente es roto por un ritmo, que no es corazón pero que se mezcla con tus dedos y latidos. No vengo, a que me leas a mí, vengo, a que te leas a ti, como el espejo al que te miras, siendo mi reflejo tu reflejo. Ponte en mi piel, en mis letras, siente estos dedos teclear estas teclas mientras… la vida queda, tras el tiempo, en otra manera.
Ahora mis guerras son otras, mi vida sigue siendo plena, mis miedos siguen siendo sencillos, y mi mirada sigue perdida mientras mucha gente habla. Ahora, mis guerras son otras. Mis batallas perdidas ya no tienen tanta importancia, cuando siempre te levantas y avanzas. No cansas, cual maldición que te persigue cada vez que caigas, escuchas, esa voz, que susurra Levanta… y levantas sin importar nada. Son palabras, pero éstas están calibradas después de 10 años. Píllatelas para llevar a casa. Acuéstate con ellas, y luego piénsalas. No me importa. Porque tras esto, sólo serán palabras que quedarán aquí perdidas cuando todo esto muera, y yo seré temporal, porque todo se perderá.
Habrá que hacer algo…
Mode: El despertar ya no preocupa.
Listening: Kase.O – Yemen